Tips para aprender a emprender haciendo lo que amas

Emprender es una palabra que da miedo por la cantidad de gestiones y trámites que conlleva. Produce temor por la inestabilidad económica que se puede tener y por la cantidad de facturas que al final de mes se contabilizan y nos pueden asustar, aunque también tiene su lado positivo. Emprender es aprender, trabajar en lo que nos apasiona. Ser nuestros propios jefes (gestores de felicidad) y no jefes, y superar cada día barreras y obstáculos que se interponen en nuestro camino. Es crecer profesional y personalmente demostrando todo nuestro talento: actitud, aptitud, compromiso, capacidad de autocontrol, organización y empatía, entre otras cualidades.

Por tanto, si eres una de esas personas que ha decidido emprender, tienes que tener en cuentas estos 7 tips para trabajar en lo que te gusta:

  • Ten muy claro el tipo de negocio quieres crear. Haz un plan de negocio, crea una marca, un logo, tarjetas de visitas y perfiles en las redes sociales.
  • Si necesitas ayuda en materia administrativa acude a la Cámara de Comercio, Ayuntamiento y a la Asociación de Empresarios de tu ciudad, cuentan con un espacio de orientación al emprendedor gratuito.
  • Si necesitas únicamente una oficina, puedes ahorrar costes alquilando un espacio de Coworking o trabajar desde casa y así, deducirte hasta el 30 % de los suministros como la luz, el agua o el internet.
  • Cuando tengas todo listo para comenzar tu aventura de emprendedor, date de alta en Hacienda con el modelo 036/037 y en la Seguridad Social con el impreso TA 052. Aprovecha la ampliación Tarifa Plana de 50 euros de cuota que en este 2018 se amplía a un año.
  • Las comidas de negocios puedes deducirlas como gasto un máximo de 26,67 euros en comida. Si son en el extranjero son 48,08 euros. Paga con tarjeta y solicita factura.
  • Para que no te lleves decepciones a la presentación de los impuestos trimestrales correspondientes, lleva un seguimiento mensual de la contabilidad.
  • Aunque la gestión administrativa la lleve un tercero, te sugiero solicitar el Certificado Digital de la FNMT. Tendrás acceso a información, datos y solicitudes de interés en las Administraciones Públicas.

A menudo se suele pensar que el emprendedor es una persona que nace con una serie de cualidades y que por lo tanto sólo son unos pocos los elegidos para llevar a cabo esta tarea. Sin embargo esto no es totalmente cierto: el emprendedor no nace, se hace.

Para entender mejor esta afirmación, observa cuáles son las características que todo buen emprendedor debe tener:

  1. Creatividad. Es la capacidad para inventar o crear algo. Todas las personas tienen esta cualidad innata, sobre todo en edades tempranas. Con el tiempo se abandonan aquellas actividades que estimulan su crecimiento, especialmente el juego.
  2. Pensamiento lateral. Consiste en la facilidad de generar ideas que se salen del patrón habitual de pensamiento. Es retorcer un concepto para darle un uso para el que inicialmente no había sido concebido. También es una cualidad innata a la persona, dale una caja a un niño y lo convertirá en un coche, en una casa o en un taller. Existen muchas técnicas para desarrollarlo.
  3. Pensamiento crítico. Consiste en cuestionar el orden establecido de las cosas: ¿por qué algo se tiene que hacer de una determinada manera?, ¿cómo podría mejorar los procesos?, ¿qué otros puntos de vista existen?
  4. Observador. Capacidad de mirar y entender las cosas. Ser observadores por naturaleza, se crece y aprende observando e imitando.
  5. Pragmatismo. Hay que pasar del plano de las ideas al material, concretar y definir un producto o servicio que cubra una necesidad existente.
  6. Perseverancia. Esta cualidad hay que trabajarla mucho, se trata de la capacidad de asumir errores, aprender de ellos y, sobre todo, de volver a intentar una y otra vez hasta conseguir el objetivo. Como decía el ilustre matemático John Forbes Nash: “Caballeros, debo recordarles que mis probabilidades de éxito, aumentan en cada intento”.
  7. Liderazgo. Es la capacidad de sacar lo mejor de cada una de las personas que componen un equipo y hacer que, trabajando cada persona de forma autónoma, todos estén luchando por conseguir un mismo objetivo. Hay que trabajar mucho la asertividad, la escucha activa y la empatía.

Como ves, todas estas características, en mayor o menor grado, las encuentras en los niños de manera innata, de hecho es frecuente, aunque no siempre nos fijamos, encontrar a los niños jugando a diseñar y desarrollar modelos de negocio.

Y si de forma natural tenemos gran parte de estas capacidades, ¿por qué las perdemos con el paso del tiempo?

Algunas conclusiones:

  1. El aprendizaje es básicamente memorístico, da poco lugar a la interpretación, no se premia la asimilación y aplicación de los conceptos aprendidos sino la repetición de los mismos en un examen.
  2. Se trabaja poco por proyectos, si bien es cierto que cada vez más existe un mayor interés por este modelo. Además de la autonomía que ofrece al alumno, se fomenta el trabajo en equipo, potencia las habilidades de liderazgo y se aplican los conocimientos a casos reales.
  3. Se incorporan pocos elementos, o ninguno, de juego en el aula. El aprendizaje no se ve como algo divertido, en muchos alumnos falta pasión por el estudio.
  4. Se refuerzan los puntos débiles y se les da menor importancia a los fuertes. Se tiende a forzar al alumno a trabajar más sobre aquellas asignaturas en las que peores resultados obtiene, sin embargo no se estimula el estudio en otros temas en los que destaca.

La mayoría de los  sistemas educativos no prepara a profesionales para que creen su propio puesto de trabajo y puedan crear otros, sino que prepara a trabajadores disciplinados, que en muchas ocasiones su preparación ni siquiera tiene demanda en la sociedad en la que viven, viéndose abocados a emigrar a otros países después de haber invertido dinero de todos en su formación.

¿No sería más razonable ir a un sistema educativo donde se estimulen y desarrollen las características de las personas emprendedoras?, ¿no sería una buena forma de cambiar el tejido productivo de un país dejar que sean las personas que lo habitan quienes decidan hacia dónde ir?

Desde luego desde un punto de vista político son preguntas incómodas ya que van dirigidas a crear una sociedad más responsable y crítica, pero desde el punto de vista económico y, sobre todo, de satisfacción personal, es la única alternativa viable.

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