Reskilling, habilidades blandas

Reskilling es el aprendizaje de nuevas competencias y habilidades para desempeñar más satisfactoriamente una nueva profesión o una nueva función dentro del rol, cargo o responsabilidad que estemos ejerciendo. Estas nuevas habilidades se desarrollan a partir de otras que ya poseíamos, de manera que mejora nuestra competencia general.

En otras palabras es el reciclaje profesional de los trabajadores. Este fenómeno surge principalmente de la digitalización de las empresas, lo que hace inevitable que el trabajador adquiera competencias tecnológicas para desempeñar de forma correcta su trabajo teniendo en cuenta los agentes tecnológicos que se hayan incluido en el proceso.

Principales características del reskilling

  1. Es un tipo de formación para empleados.
  2. Introduce al trabajador en nuevas áreas.
  3. Su objetivo es que el trabajador sea capaz de desempeñar una nueva función.
  4. Es necesario medir los resultados del reskilling para evaluar si es necesaria más formación.

Qué ocurre si no apostamos por el reskilling

Si en lugar de adaptar a nuestra plantilla a esta nueva situación permitimos que se estanquen, los efectos serán negativos porque el personal tomará los cambios como una amenaza, se estancarán laboralmente y los salarios bajarán.

En el mundo en el que vivimos, el aprendizaje práctico debe predominar si queremos contar con trabajadores preparados y no simplemente formados. Por todo ello, las entidades valoran y buscan profesionales con sed de aprendizaje constante que sean resolutivos a la hora de abordar problemas.

Por qué es rentable invertir en reskilling

Invertir en la revolución del reskilling resultará rentable a medio y largo plazo, pero el coste inicial que tienen que desembolsar los países es elevado. Además de esta financiación proporcionada por los países, el trabajador tiene que disponer de tiempo por lo que la conciliación por parte de las empresas adquiere, de nuevo, mucha relevancia.

Además de esta financiación por los países, el trabajador tiene que disponer de tiempo por lo que la conciliación por parte de las empresas adquiere, de nuevo, mucha relevancia

Para gestionar la transformación digital a través de un programa de formación idóneo es necesario el reskilling pero también el upskilling. La diferencia entre ambos conceptos es sencilla:

Mientras que el primero consiste en aprender nuevas capacidades para desarrollarlas en otro puesto diferente dentro de la empresa, en el upskilling el trabajador se formará en nuevas habilidades que le resulten útiles para su mismo puesto de trabajo. El reskilling generará trabajadores más versátiles y el upskilling más especializado.

Atracción, reclutamiento y selección, onboarding, desarrollo, retención, salida y employer branding, cada fase es igual de importante para el devenir de un profesional en la empresa y, en consecuencia, cuidarlas será esencial para la productividad y rentabilidad de la misma.

Tipos de habilidades

Habilidades duras: corresponde a las habilidades que se adquieren a través del conocimiento mediante acciones de capacitación, como los estudios universitarios, los programas de educación continua y la experiencia laboral. Son habilidades que pueden cuantificarse y, además, suelen presentarse como requisito para un determinado trabajo. Por ejemplo: conocimiento de idiomas, manejo de programas ofimáticos.

Habilidades blandas: son habilidades propias que el individuo posee de forma innata o que ha logrado adquirir y desarrollar a través de su experiencia. Pueden ser empleadas en cualquier escenario que se requieran, facilitando la interacción con los demás. Por ejemplo: liderazgo, trabajo en equipo, comunicación.

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